
Sunderland lo hizo otra vez. En una semifinal electrizante por el ascenso, cuando todo indicaba que la serie ante el Coventry de Frank Lampard se definiría desde los doce pasos, apareció el momento mágico. En los minutos finales del alargue, un gol agónico desató la locura total en el estadio y cambió el destino del partido.
El tanto, que ya quedó grabado en la memoria de los hinchas, le dio al Sunderland el pase directo a la gran final del 24 de mayo en Wembley, donde enfrentará nada menos que al Sheffield United, en busca del ansiado regreso a la Premier League.
El equipo mostró carácter, entrega y esa dosis de fe que distingue a los que sueñan en grande. Ahora, con la ilusión intacta, Sunderland va por todo. La historia continúa en Wembley.
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