La final del Campeonato Paulista tuvo de todo: fútbol, tensión, escándalo y un campeón. Corinthians se consagró tras vencer a Palmeiras en un partido que terminó con escándalo total.

Todo se desató cuando Memphis Depay, con el equipo en ventaja, se paró arriba de la pelota en el último minuto, desafiando a los rivales y encendiendo la chispa del caos. A partir de ahí, una gresca generalizada derivó en dos expulsiones, dos amonestaciones y la increíble adición de 16 minutos.

En medio del tumulto, Corinthians sostuvo la diferencia y levantó el título en una final tan caliente como inolvidable.

LO MEJOR DEL PARTIDO


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