El partido estaba trabado, con un 0-0 durísimo en el Centenario, pero Thiago Almada rompió el molde con un golazo que definió el encuentro. El 1-0 definitivo llegó a falta de 20 minutos, en una jugada digna de crack que dejó sin respuesta a la defensa rival.

Lo curioso fue la reacción de Lionel Scaloni: sereno, sin gestos exagerados, como si supiera que su equipo siempre tiene algo más para dar. Tranquilidad de campeón, confianza total en sus jugadores. Así maneja la Scaloneta.