
Un 7 de marzo de 2012, Lionel Messi entró en los libros de la Champions League al convertirse en el primer futbolista en marcar cinco goles en un solo partido del torneo. La víctima de semejante obra maestra fue el Bayer Leverkusen, que poco pudo hacer ante una versión imparable del ’10’.
Los goles fueron una joya tras otra: sombrerito para abrir el marcador, la clásica diagonal hacia adentro que nadie pudo frenar, otra definición por encima del arquero para el hat-trick, una combinación de lujo con Pedro para el cuarto y un disparo quirúrgico desde la medialuna para cerrar la faena. Un recital de fútbol que dejó en claro que Messi jugaba en otra dimensión. Ese mismo año terminó con 91 goles en 69 partidos, otra marca que parece de ciencia ficción.
Simplemente histórico. 🐐🔥