Karim Benzema siempre tuvo olfato de gol, pero ahora sumó una nueva habilidad: hacerse el distraído para sacar ventaja. En pleno partido, mientras los hinchas arrojaban objetos al campo, el francés aprovechó para limpiar la zona y, de paso, desorientar a João Cancelo, quien lo perdió de vista justo en el momento clave.

¿El desenlace? Un golazo. Como si nada hubiera pasado, Benzema apareció en el área y la mandó a guardar, demostrando que en el fútbol, además de talento, también vale la picardía.