El Manchester City parecía tener todo bajo control con un cómodo 3-0 ante el Feyenoord, pero en un cierre increíble, el equipo neerlandés logró igualar 3-3 en los últimos 15 minutos. La seguidilla de malos resultados dejó al conjunto de Pep Guardiola en una posición inesperada y al técnico visiblemente afectado.

En conferencia de prensa, Guardiola sorprendió al confesar:
“¿Qué me pasó en la cara? Me corté con mis propios dedos, con las uñas. Quería hacerme daño”. Un momento de frustración inusual para el entrenador, que suma seis partidos consecutivos sin ganar en un escenario poco habitual para el City.