Forjado desde las entrañas del equipo masculino pero creando su propia mística, El Eterno Fem se prepara para afrontar el desafío más grande de su creación. Luego de años de lucha en las categorías de ascenso del Campa Fútbol, finalmente logró su gran objetivo: llegar a la máxima categoría. Pero el camino hasta acá no fue fácil.

Golpes que forjaron el caracter

Desde su desembarco en la Categoría C, el Verde demostró que su gen competitivo estaba a la altura de cualquier reto. A pesar de que la mayoría de sus jugadoras no tenían experiencia previa en equipos de fútbol, lograron imponerse en cada partido con una convicción envidiable y logrando entender esa camaradería hermosa que trae este deporte, en especial en los terceros tiempos, para formar un grupo al que siempre le importó el compromiso de todas sus integrante.

Sin embargo, el destino les puso pruebas duras: semifinales perdidas, ascensos denegados y lágrimas que reflejaban la frustración de quedar a las puertas de la gloria. Pero lejos de rendirse, ese camino lleno de golpes las hizo más fuertes.

Con el liderazgo de las hermanas Oliva Carranza, entre ellas su capitanía de Ana, y la dirección táctica de Franco Viotti, exjugador del Eterno Masculino, el equipo encontró su identidad basada en la constancia y la resiliencia. Los golpes siguieron estando, pero el grupo siempre se mantuvo comprometido y decidido a ponérsela dificil a quien se les parase enfrente.

“Nosotras no somos un equipo que se haya destacó por lo técnico, siempre fuimos más del lado del físico. Crecimos, pero ahí tenemos nuestras diferencia con los otros equipo en estos años”, señaló una de sus jugadoras.

La dulce recompensa

La primer recompensa a tanto esfuerzo llegó con el ascenso a la B, aunque la adaptación no fue sencilla. Un primer semestre complicado las puso al borde del descenso, palabra con la que coqueteó pero nunca se casó. La incorporación de refuerzos con sangre jóvenes en el arco, la defensa y el ataque les permitió refrescarse y regenerarse para lo que vendría meses después.

En el segundo semestre, el Verde no solo logró consolidarse en la categoría, sino que dieron el golpe definitivo: lideraron la fase de grupos en un cierre dramático, rompieron el maleficio de las semifinales en una definición por penales para el infarto -sufrir también esta en su ADN- y coronaron su crecimiento futbolístico con un título inolvidable que les permitió gritar ¡CAMPEONAS!. En la final, se impusieron ante Delirio, un rival con historia entre ambos, demostrando que su evolución no fue casualidad, sino el resultado de un proceso sostenido y un grupo unido.

Llega el nuevo desafío

Con la pretemporada finalizada, que según ellas les “vino muy bien” a pesar del calor cordobés, y su lugar en la máxima categoría consumado, El Eterno Fem encara el 2025 con la confianza de quien sabe que el esfuerzo trae sus frutos. Con bajas en sus filas, pero también con refuerzos de experiencia en otros torneos de la ciudad, el equipo llega preparado para el desafío de medirse ante los mejores.

“El Eterno Fem vino al Campa a demostrar que es el mejor”, reza una de las melodías del cancionero Verde, ¿podrá demostrarlo en la máxima categoría de uno de los torneos de fútbol amateur más convocantes de Córdoba?.

Lo cierto es que este equipo se enfrentará lo desconocido con las dos cualidades que han sido su bandera: gen competitivo y resiliencia. La historia de superación que escribieron en estos años es solo el comienzo de un nuevo capítulo en su legado.

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